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Aula de Trasobares

Una ley que fundamente y ordene con autoridad la educación obligatoria

A raíz de la publicación de un artículo del profesor Ricardo Moreno Castillo, en el diario El País, el pasado 26 de noviembre, en el que se pretende contestar a la pregunta: ¿Cómo recuperar la autoridad en las aulas..?, bajo el título “Una nueva Ley que no tolere ni ejerza la violencia”, el autor de la presente colaboración, desde “todo el afecto pedagógico”, pretende a su vez contestar a las inquietudes del citado profesor, punto por punto, “para al menos provocar también más debate, desde la libertad con la que nos saludamos en nuestra sociedad”.

COMUNIDAD ESCOLAR (Marzo 2007)

Dicha ley para que pueda dotar de autoridad al profesorado, necesitaría por tanto:

* Garantizar la máxima diversidad de todo el alumnado, cuidando que los grupos humanos educándose en sus estudios obligatorios, sean naturales y ajustables de tal forma que se evite al máximo la formación de concentraciones homogéneas, en todos los sentidos: procedencia, sexo, capacidades, economía, ideología, religión, etc.

* Dotar a los centros del profesorado necesario y suficiente  así como de materiales y talleres en todos ellos, para garantizar la excelencia de la tarea exigida a cada alumno y alumna en una organización escolar no segregadora. No  debemos olvidar que ya se ha demostrado que un aula con atención a la diversidad, desarrolla más a todos sus individuos, que otra que pretende hacer aplanadamente homogéneo el grupo-clase en un mononivel.

* Garantizar el desarrollo hasta el máximo nivel curricular del grupo específico del universo de sus individuos, sustentados por su inserción grupal gracias  a la adaptación del alumnado a las tareas definidas a diversos niveles.

* Valorar preventivamente el desarrollo de todas las capacidades así como los conocimientos adaptados en cada alumno y alumna, para ajustar el progreso  educativo de culminación y promoción  en las etapas educativas obligatorias, así como la de educación infantil.

* Investir de autoridad al profesorado para que pueda  sancionar los atentados a la convivencia así como  las negligencias del alumnado para cumplir con el deber de dar la respuesta adecuada a sus posibilidades, tanto de las tareas individuales como las de grupo conocidas , analizadas y propuestas por el equipo educativo y asumidas por el grupo clase y sus familias.

* Construir instituciones educativas de módulos no masificados que favorezcan la inserción social de todos sus integrantes.

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